Amado Creyente:
¡Cuán maravilloso es decir: YO SOY UN CREYENTE! No en un credo, ¡en la Palabra! No en una denominación, ¡en la Palabra! No en lo que alguien más dice, ¡sino en lo que dice la Palabra!
No cuestionamos nada, simplemente Lo creemos. No importa cómo suene o lo que alguien más tenga que decir sobre Ello, somos creyentes genuinos. Tenemos una revelación espiritual de la Palabra.
Vemos la hora en la que estamos viviendo, vemos el Mensaje de la hora, vemos el mensajero de la hora, vemos a Dios Mismo revelándose en Su Palabra. Vemos que no hay nada más sino Este Mensaje, Este mensajero, Esta Palabra.
Un verdadero creyente no oye nada sino la Palabra; es todo. Él vigila la Palabra. Él no está buscándole fallas; no anda en busca de trucos. Él le cree a Dios y asunto terminado, y simplemente sigue adelante. ¿Ven? Allí está el creyente.
No podemos oír otra cosa sino la Palabra, la Palabra que viene solo al profeta; no evasivas, ni la interpretación de alguien, sino la Palabra Pura que fue hablada y puesta en las cintas para la Novia.
El Espíritu ha vivificado esta Palabra en nosotros y cobrado vida. Por fe, La vemos y La creemos. Vendrá un estruendo del Cielo que infundirá un bautismo del Espíritu Santo en la Novia, que nos levantará de la tierra, en Gracia de Rapto; Dios lo prometió.
Somos puestos a prueba todo el tiempo, a diario. Satanás trata de decirnos que nuestras pruebas y tribulaciones es Dios castigándonos. Pero ALABADO SEA DIOS, no es así, es Satanás haciéndolo y Dios permitiéndolo.
Dios nos está templando y moldeando para ver qué haremos. La prueba viene para sacudirnos, llevarnos hasta el fondo, para ver qué posición tomaremos. Pero venceremos cada batalla, porque somos ejemplos vivientes; la Palabra de Dios vive en nosotros y a través de nosotros.
¿Cuán importantes somos ante Sus ojos?
Nadie puede tomar el lugar suyo, no importa lo insignificante que sea. Ud. dirá: “Sólo soy un ama de casa”; nadie puede tomar su lugar. Dios, en Su gran economía, le ha establecido a Ud. en el Cuerpo de Cristo, al punto que nadie puede tomar el lugar suyo.
¿Cuán maravilloso es eso? Cada uno de nosotros tiene un lugar. Cada uno de nosotros estaba aquí cuando Dios habló el mundo a existencia. Él puso nuestro cuerpo aquí en ese momento. Dios nos puso en la tierra en este tiempo para cumplir Su Palabra y darnos Vida Eterna.
Cada quien tiene que tomar una decisión. ¿Cuál es su posición respecto a esta Palabra, a este Mensaje, a este mensajero? ¿Qué tan importante es escuchar la Palabra que es hablada en las cintas?
En todas las diferentes partes del mundo, estas cintas circulan por ministerios de las cintas.
Este es un ministerio de las cintas enviado de Dios para Su Novia alrededor del mundo. Le dice a Ud. exactamente dónde está, quién es Ud. y si Ud. es un creyente en la Palabra.
Mire, Ud. se encuentra en una de estas clases. En su condición actual, ahora mismo, en su modo de pensar actual, lo cual (Uds. aquí en esta audiencia visible y Uds. que estarán en la audiencia no-visible a través de esta cinta), la condición actual de su mente, después de oír esta cinta, les prueba a Uds. en cuál clase se encuentran.
Después de escuchar esta cinta, probará a cuál clase pertenece Ud. Algunos creen que Ud. necesita algo más que la Palabra pura que fue hablada en las cintas. Algunos creen que los días del Mensaje de un solo hombre han terminado, que usted debe escuchar a su pastor o está perdido.
La mayor división en el Mensaje hoy es la importancia que se da en escuchar las cintas. Algunos enseñan que está errado poner a sonar las cintas en la iglesia, que solo el pastor debe ministrar. Algunos dicen que hay un balance, pero nunca ponen a sonar las cintas en la iglesia, o si lo hacen es muy rara vez.
Con tantas ideas, tantos pensamientos, tantas interpretaciones de la Palabra, ¿quién tiene la razón? ¿A quién debe Ud. creer? Esa es la pregunta que cada uno de nosotros tiene que hacerse.
El profeta nos dijo que lo revisemos con LA PALABRA, no con lo que alguien dice. ¿Cómo hace Ud. esto? Solo hay UNA MANERA de hacerlo: PRESIONANDO PLAY.
Tiene haber una respuesta correcta, una manera correcta. Cada persona debe decidir por sí misma. Este domingo determinará el futuro de todos los que escuchen este Mensaje.
Algo que Ud. debería preguntarse es: ¿Quién es la única persona con Así dice el Señor? ¿A quién vindicó la Columna de Fuego? ¿Quién nos presentará a Jesús? ¿Quién habló la Palabra de infalibilidad? ¿De quién fueron tan importantes las palabras habladas en la tierra, que tuvieron eco en el cielo?
Si usted quiere tener las respuestas correctas, me gustaría invitarle a que venga a escuchar este domingo a las 12:00 p.m. (hora de Jeffersonville), el Mensaje: Tres clases de creyentes (63-1124E).
El Hermano Joseph Branham
Escrituras para leer previamente al servicio:
San Juan 6:60-71