Domingo
14 Agosto 2022
64-0705
La Obra Maestra

Amada Obra Maestra:

¿Cómo puedo escribirles hoy sin recordarles lo que nuestro pastor dijo sobre nosotros el domingo pasado?

Pero el saber que adondequiera que yo pueda ir…No tengo un—un grupo en la tierra, del cual yo sepa, que se queda a mi lado como este grupo. Que—que Dios nos permita ser tan inseparables, que, en el Reino que ha de venir, que podamos estar allí juntos; es mi oración.

No existe un grupo en la tierra que se queda con el profeta de Dios y con el Mensaje que Dios habló en las cintas, como nosotros. Y debido a que lo hacemos, seremos inseparables con él y con nuestro Señor Jesucristo en ese nuevo Reino. ¡Simplemente no hay nada mejor que eso!

Estos son los mejores días de nuestras vidas. Estamos completamente satisfechos de ser unos locos para Cristo y Su Mensaje del tiempo del fin; de ser llamados tuercas porque creemos toda Palabra en las cintas y decimos: “PRESIONEN PLAY”.

Nosotros pertenecemos a la Única Iglesia. No nos unimos a Ella, nacimos en Ella. Cada semana nos reunimos alrededor del mundo y entramos en amoríos con Cristo y decimos: “¡Oh, como te amo ‘Jesús’!”.

Podríamos ser unos locos para el mundo, pero el Padre nos ha dado la Revelación de Si Mismo en nuestro día, Dios con piel y Esto nos está atrayendo, Su Novia, a Él.

Nos encanta lo sencillo que es Esto, pero al mismo tiempo, lo profundo que es. Pero usted debe tener una Revelación para verlo y NOSOTROS LA TENEMOS.

Se escondió a Sí mismo en un velo humano, en Su Iglesia, revelándose a Sí mismo por medio de la fe de Uds. y mi fe, juntos, uniéndonos, haciendo la unidad de Dios. Yo no puedo hacer nada sin Uds.; Uds. no pueden hacer nada sin mí; ninguno pudiera hacer nada sin Dios. Así que, juntos hace la unidad, la conexión. Dios me envió con el propósito; Uds. lo creen; y allí sucede. Eso es todo, ¿ven?, confirmado perfectamente.

Somos como los hombres que caminaban a Emaús aquel día. Lo escuchamos a Él hablarnos a todos durante el día. Luego Le invitamos a nuestros hogares para poder estar a solas con Él. Entonces Él hace algo que solo Él puede hacer, partir el Pan de Vida Eterna. Al instante Le reconocemos. Luego decimos: No ardían nuestros corazones en nosotros mientras Él nos hablaba a lo largo del camino.

Cada semana nos reunimos con gran expectativa, preguntándonos: “Qué va a decirnos y revelarnos esta semana”. Compartiremos citas entre nosotros y hablaremos sobre eso toda la semana: “¿Le escucharon cuando Él dijo?”:

“Me tomó cuatro mil años en hacer Mi Obra Maestra, pero ahora Yo he estado cerca de dos mil años haciendo otra Obra Maestra, ustedes, Mi Novia. Yo lo he hecho por Su método incambiable, de la misma forma que Yo hice Mi primera Obra Maestra, Mi Palabra. Esa es la manera en que Yo hice Mis Obras Maestras, porque ustedes solo pueden ser una Obra Maestra perfecta cuando es la Palabra perfecta”.

Mi hermano, no piense mal de esto, sólo piense un minuto. Si Él tomó de Él, la creación original, para formar la Novia para Él…Él nunca ha hecho otra creación; Él tomó una parte de la creación original. Luego si Él fue la Palabra, ¿qué debe ser la Novia? Tiene que ser la Palabra original, el Dios Viviente en la Palabra.

Hablar de un jubileo gastronómico. Nosotros somos parte de la creación original. Somos parte de la Palabra original. Dios está viviendo en nosotros. Somos Su Obra Maestra. Nosotros somos el grupo que se queda al lado de Su profeta. Somos inseparables con Su profeta y con el Señor Jesucristo. Somos UNO con Él.

Si usted también quiere que su corazón arda en usted, como lo hace en nosotros, venga a unirse con nosotros este domingo a las 12:00 p.m. (hora de Jeffersonville), mientras una porción de la Novia se reúne y lo invita a Él a entrar en nuestros hogares y en nuestras iglesias, mientras escuchamos a Dios hablarnos y revelarnos las Palabras de Vida Eterna, a medida que Él nos trae el Mensaje: La Obra Maestra (64-0705).

El Hermano Joseph Branham

 

 


 

Escrituras para leer antes del servicio:

Isaías 53:1-12
Malaquías 3:6
San Mateo 24:24
San Marcos 9:7
San Juan 12:24 y 14:19