Amados Fieles:
Estas últimas semanas han sido el tiempo más glorioso de todas nuestras vidas. Este fue uno de los momentos más destacados para estar unidos con Su Novia alrededor del mundo, escuchando a Dios revelar los Siete Sellos.
¿Qué estábamos escuchando todos unidos?
“Por dentro de aquella pirámide había Piedra blanca donde no tenía nada escrito”. Por eso fue que yo tenía que ir al occidente para hacer contacto con el Mensaje de estos Ángeles, para luego volver aquí para revelarlo a la iglesia.
Él tuvo que ir al oeste para hacer contacto con estos 7 Ángeles, para regresar y revelarnos lo que aún no había sido escrito; pero que ahora, por medio de la Revelación, nos ha sido revelado y nos está dando una Fe de Arrebatamiento.
Nosotros hemos escuchado estos Mensajes durante todas nuestras vidas, pero ahora son revelados como nunca antes, hoy es el día, ahora es el tiempo. Estamos viendo y escuchando lo que Él nos dijo que iba a suceder, tanto en el mundo como en este Mensaje, y ahora se está manifestando ante nuestros propios ojos.
¿Fue nuestro séptimo ángel mensajero sólo un profeta como los profetas de la antigüedad? No, él fue llamado a una comisión mucho más alta que todos los profetas antes de él. Porque Este fue el Hijo del Hombre revelándose a Sí Mismo en carne humana, tal como Él lo hizo hace 2000 años. Nuestro profeta fue llamado a GUIAR A LA NOVIA en todo el camino hacia nuestro nuevo Hogar, luego él nos presentará al Señor.
Él nos dijo que su ministerio tipificó perfectamente la vida de Moisés. Mientras Moisés estaba en su jornada siguiendo la Columna de Fuego, hombres se levantaron y lo confrontaron. Estos hombres habían sido llamados y estaban en su camino hacia la tierra prometida. Ellos desafiaron a Moisés diciendo que él se enaltecía demasiado, que él no era el único santo llamado, que ellos también eran santos y también necesitaban predicar algo.
Él dijo que ellos eran hombres santos, y que ciertamente ellos tenían algo para hacer, pero que Dios lo había llamado a ÉL, A MOISÉS, UN HOMBRE, para dirigir al pueblo.
Ellos tenían su lugar. Ellos habían sido ungidos. Ellos estaban haciendo lo que habían sido llamados y ordenados para hacer, diciéndole al pueblo: "escuchen a Moisés", pero ellos querían decir ALGO MÁS, O EXPLICAR LO QUE MOISÉS DECÍA. Ellos no se conformaron solamente con dirigir al pueblo a que escuchara a Moisés. Ellos querían liderar al pueblo. Ellos querían hacer algo más, o algo diferente, de lo que se les había comisionado hacer.
Si usted alguna vez duda en su mente sobre quién es nuestro profeta, o de lo que él fue llamado a hacer, yo le invito a ir al oeste a mirar una cadena de montañas que Dios Mismo creó como una señal eterna en la tierra, colocando en esas montañas el nombre de nuestro profeta: B-R-A-N-H-A-M.
Usted es la Novia de Jesucristo. Él lo escogió a usted y lo predestinó. Su Palabra vive y habita en usted. Usted es la Palabra viva hecha carne. Él le dio la Revelación de Su Palabra. Satanás no tiene poder sobre usted. Esa Fe Arrebatadora vive y mora en usted.
El Espíritu Santo está guiando a Su Novia por Su único camino provisto para hoy, Su Palabra hablada por Su séptimo ángel profeta. Ese profeta es nuestro pastor.
Nuestro pastor nos prometió que cualquier mensaje nuevo en cinta llegaría primero del Almacén, hasta que el Señor Lo cambie. Porque allí es donde se harían las cintas almacenadas.
Él también instruyó a su pastor asistente, el Hermano Neville, y ahora por Su Gracia, a mí, lo que debemos hacer en la iglesia.
Ruego que ayudes a nuestro querido pastor, el Hermano Neville. Llénalo, Señor, de gracia, poder y entendimiento, para que pueda tomar este Alimento almacenado y alimentar a los corderos de Dios.
Estas cintas son para aquellos que el profeta fue llamado a pastorear. Si ustedes quieren escuchar el ASÍ DICE EL SEÑOR, vengan a oír con nosotros este domingo a las 12:00 p.m. (hora de Jeffersonville): Parado en la brecha (63-0623M), mientras escuchamos el Alimento almacenado que ha sido provisto para la Novia.
Comenzaremos el Mensaje en el párrafo número 27.
El Hermano Joseph Branham
Escrituras para leer antes de escuchar el Mensaje:
Números 16: 3-4