Amados Hijos del Profeta:
Somos la Palabra manifestada, siendo vivificados por el Espíritu, oyendo la Voz de Dios, a medida que Él nos proclama: SOMOS SU NOVIA.
El Padre le ha dado a Su Iglesia NUEVE dones del Espíritu, y el ministerio QUINTUPLE, pero Jesús dijo: En CADA edad Me dirigiré SOLAMENTE A UNA persona. Solo UN mensajero por cada edad recibirá lo que Yo tengo que decirle a esa edad. AQUEL MENSAJERO es el mensajero a la Iglesia verdadera.
Él habla por revelación de parte de Dios. El Mensaje entonces es transmitido a todos, pero solo es recibido por un cierto grupo calificado y de cierta manera. Cada individuo en aquel grupo es uno que tiene la capacidad para oír lo que el Espíritu está diciendo por medio del mensajero. Aquellos que lo están oyendo, no están recibiendo su propia revelación, ni tampoco está el grupo recibiendo su revelación colectiva; SINO QUE CADA PERSONA ESTÁ OYENDO Y RECIBIENDO LO QUE EL MENSAJERO YA HA RECIBIDO DE DIOS.
Cuánto cuidado debemos tener de oír UNA Voz, porque el Espíritu solamente tiene una Voz, la cual es la Voz de Dios.
Hay UNA VOZ DE DIOS y no necesita ser probada como los NUEVE, ni filtrada como los CINCO, ¡¡SOLO UNA VOZ DE LA PALABRA PURA!!
¿Podemos escuchar a otros ministros? Sí, pero la clave es decir SOLAMENTE lo que fue hablado por el profeta. Otros pueden y deben exhortar, enseñar y predicar; pero hoy Dios preparó un camino para nosotros como en NINGÚN OTRO DÍA. Podemos escuchar exactamente lo que Dios está diciéndole a la Iglesia.
Él nos dijo que debemos ser muy cuidadosos. ÉL NOS DIJO, NO YO, que ellos le agregan aquí o le quitan allá, y dentro de poco tiempo el mensaje ya no es puro. Al escuchar las cintas, Eso es Palabra por Palabra “Así Dice El Señor”.
La prueba del Espíritu morando en una persona era reconocer y SEGUIR lo que el profeta de Dios daba para su edad a medida de que ponía a la Iglesia en orden.
Por eso nosotros SEGUIMOS, y decimos, que nuestro pastor es el séptimo ángel mensajero y solo queremos oír lo que él tiene para decir. Para nosotros Este es Maná Escondido.
La Revelación fue derramada sobre nuestro ángel mensajero. La Revelación de la Palabra fue dada y dirigida a Él para nuestra edad. Él tiene una Revelación un poco mayor de lo que Es Cristo, un llamamiento un poco más elevado que todos los demás. Si no podemos vivir más alto que nuestro pastor, entonces queremos a William Marrion Branham como nuestro pastor.
Sabemos que otros no verán lo que vemos nosotros, ni creerán las cosas que creemos, pero siguen siendo nuestros hermanos y hermanas, y pasaremos la Eternidad con ellos. Pero debemos permanecer fieles a lo que creemos ser la manera que Dios nos ha mostrado para adorarle y seguirle.
Es muy fácil que los demás digan que damos demasiada importancia al mensajero, pero en realidad solo lo estamos citando. Ustedes deben consultar eso con el Señor; porque es la Voz de Dios diciendo estas cosas.
Abramos nuestro corazón y nuestra mente y leamos lo que el Espíritu nos dijo a través de Su ángel:
Vendrá al mundo pronto, el gran ángel de Luz que vendrá a nosotros, que nos guiará fuera, un gran Espíritu Santo, vendrá en poder y nos guiará al Señor Jesucristo. Él probablemente no lo sabrá, pero él estará aquí alguno de estos días. Él dará… Dios lo dará a conocer. Él no se tendrá que dar a conocer a sí mismo, Dios lo dará a conocer. Dios vindicará a los Suyos. Eso es lo que Él dijo cuando Jesús estaba aquí y ellos no lo conocieron, ¿ven? Él dijo: “Si no hago las obras de Mi Padre, entonces no Me creáis; más si hago las obras de Mi Padre, y no Me pueden creer, entonces creed a las obras”. ¿Es así?
¿No se está llamando él a sí mismo el gran ángel de Luz para este día? Nosotros sabemos que Ese es el Espíritu Santo en él, pero él dijo: “Él probablemente no lo sabrá, pero él estará aquí uno de estos días”. ¿El Espíritu Santo no sabrá quién es Él? Él no tendrá que darse a conocer, Dios lo dará a conocer.
Así que, él está diciendo: el profeta para nuestro día es el gran ángel de Luz que nos guiará fuera, y nos guiará a Jesucristo por medio del Espíritu Santo en él. Ahí está la Revelación para nuestro día.
¿Quién va a presentar la Novia al Señor? NUESTRO PASTOR.
Pero este profeta vendrá y así como clamó el precursor de la primera venida: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, sin duda él también clamará: “He aquí el Cordero de Dios viniendo en gloria”. Él hará esto, porque así como Juan fue el mensajero de verdad a los escogidos, así también será este último mensajero a la Novia escogida y nacida de la Palabra.
Conociendo estas verdades, y teniendo la Revelación COMPLETA de Él en este día, nos hemos convertido en Su Novia nacida y llena del Espíritu.
¡REGOCÍJATE NOVIA, ESTO ES LO QUE SOMOS!
Cuando un hombre nacido y lleno del Espíritu, recibe esa Palabra en fe en su corazón y la pone sobre sus labios, pues eso es igual a que si hablara la Deidad. Toda montaña tiene que desvanecerse. Satanás no puede pararse ante ese hombre.
Ahora, existe una verdadera armonía entre el Novio y nosotros, Su Novia. Él nos ha mostrado Su Palabra de vida, y La hemos recibido. Nunca dudaremos de Ella. Por lo tanto, nada puede dañarnos, ni aún la muerte.
¡REGOCÍJATE NOVIA, ESTO ES LO QUE SOMOS!
La Palabra está en la Novia (así como estuvo en María). La Novia tiene la mente de Cristo porque sabe lo que Él quiere que se haga con la Palabra. Ella lleva a cabo el mandamiento de la Palabra en Su Nombre porque ella tiene un ASÍ DICE EL SEÑOR. Entonces la Palabra es vivificada por el Espíritu y llega a suceder. Así como una simiente que es sembrada y regada, llega a la cosecha madura, cumpliendo su propósito.
Nosotros hemos llegado a la cosecha madura y ahora estamos cumpliendo Su propósito. Solo podemos hacer Su voluntad. Nadie puede hacernos obrar lo contrario. Tenemos “Así Dice El Señor”, o nos quedamos quietos. Sabemos que es Dios en nosotros, haciendo las obras, cumpliendo Su propia Palabra.
Nos regocijamos porque el profeta nos vio más allá de la cortina del tiempo, mientras todos alzábamos nuestra voz y gritábamos en armonía: “¡En eso estamos confiando!”.
Vengan y reúnanse con nosotros este domingo, a las 12:00 p.m. (hora de Jeffersonville), mientras escuchamos la Voz de Dios traernos el misterio de: La Edad De La Iglesia De Pérgamo (60-1207).
El Hermano Joseph Branham
Escrituras para leer en preparación para escuchar el Mensaje.
Números 23:8-9
Apocalipsis 2:12-17, 17:1-5 y 17:15