Domingo
29 Septiembre 2024
62-1007
La Llave De La Puerta

Amados Portadores de la Llave de la Fe:

“Yo soy la Puerta del redil. Yo soy el Camino, el único Camino, la Verdad y la Vida, y nadie viene al Padre sino por Mí. Yo soy la Puerta a todas las cosas, y la fe es la llave que abre la Puerta para que Uds. puedan entrar”.

Solo hay una mano que puede sostener esta llave, y es la mano de FE. La FE es la única llave que abre todas las promesas de Dios. La FE en Su obra terminada abre toda puerta a todo tesoro que hay dentro del Reino de Dios. La FE es la gran Llave maestra de Dios que abre TODAS LAS PUERTAS PARA SU NOVIA, y nosotros estamos sosteniendo esa Llave en nuestra MANO DE FE.

Esa llave de fe está en nuestros corazones, y decimos: “Es la Palabra de Dios; son las promesas de Dios para nosotros, y nosotros sostenemos la llave”. Y entonces, con cada porcioncita de fe que tengamos, sin dudar ni una pizca, abrimos cada puerta que se interponga entre nosotros y las bendiciones que Dios tiene para nosotros. Eso apagará el fuego impetuoso, abrirá sanidad para los enfermos, abrirá nuestra salvación. Hemos llegado a la Puerta y cualquier cosa que hagamos sea de palabra o, de hecho, lo hacemos todo en Su Nombre, sabiendo que tenemos la llave de la fe; y esa es una llave hecha por las Escrituras.

No nos importa lo que piensen los demás, hay una cosa segura: Dios NOS llamó, NOS predestinó, NOS reveló Su Palabra, nos dijo quiénes somos, y hemos determinado seguir Su Palabra, porque Él nos ha llamado a ser Su Novia.

El Padre sostuvo Sus siete estrellas, Sus siete mensajeros, a las siete edades en Su mano. Él las sostiene en Su mano, por lo tanto, están asociadas con Su poder. Eso es lo que significa la mano. ¡Significa el poder de Dios! y la autoridad de Dios.

Nosotros estamos sosteniendo Su Palabra en nuestra mano de Fe, lo que significa que el poder y la autoridad de Dios está en NUESTRAS MANOS y Él nos ha dado la LLAVE para abrir toda puerta para todo lo que necesitemos. Es la Llave Maestra que abrirá TODAS LAS PUERTAS.

Ahora yo sé por qué Dios nos dio 5 dedos en cada mano; no 4, ni 6, sino 5, para que cada vez que miremos nuestras manos recordemos que tenemos (FAITH) LA FE para abrir toda puerta.

Esta es una señal eterna para la raza humana para que nunca olvidemos; siempre recordemos y tomemos valor, que tenemos esa FE en nuestras manos. Y Él elevará nuestra fe como grano de mostaza y nos dará SU GRAN FE EN SU PALABRA ETERNA QUE NUNCA FALLA, ¡¡¡QUE NUNCA PUEDE FALLAR!!!

Podemos levantar nuestros brazos al Cielo, extender nuestros 5 dedos de cada mano (FAITH) y decirle a Él: “Padre, creemos y tenemos FE en cada Palabra que Tú hablaste. Es Tu Promesa, Tu Palabra, y Tú nos darás la FE QUE NECESITAMOS si solo creemos.... y nosotros CREEMOS”.

Ya que no tendremos nuestro Servicio de Comunión sino hasta el domingo por la tarde, me gustaría animarle a elegir un Mensaje para escuchar con su Iglesia, familia, o individualmente, el domingo por la mañana a una hora conveniente para usted. Verdaderamente no hay mejor manera de evaluar nuestra Fe que oyendo la Palabra; porque la FE viene por el oír, el oír la Palabra, y la Palabra vino al profeta.

Luego, reunámonos todos a las 5:00 p.m. (en su zona horaria local) para escuchar el Mensaje: La Llave De La Puerta (62-1007). Como se anunció, me gustaría hacer de este un Servicio Especial de Comunión, el cual estará sonando en la Radio de la Voz a las 5:00 p.m. (hora de Jeffersonville). Usted puede descargar y poner a sonar el servicio en inglés o en otros idiomas haciendo clic AQUÍ.

Al igual que en otros servicios anteriores de Comunión en Casa, al final de la cinta el Hermano Branham orará sobre el pan y el vino. Habrá música de piano durante varios minutos para que puedan completar la parte del servicio de la Comunión. Luego, el Hermano Branham leerá la Escritura referente al lavamiento de pies, y los Himnos del Evangelio seguirán después de su lectura por varios minutos, para que ustedes puedan completar la porción del servicio del lavamiento de pies.

¡Qué privilegio tenemos de invitar a nuestro Señor Jesús a cenar con cada uno de nosotros en nuestros hogares, iglesias, o dondequiera que estén! Oren por mí cuando hablen con Él, como yo ciertamente estaré orando por ustedes.

Dios les bendiga,

El Hermano Joseph Branham